Hoy en día, las plantas eléctricas son una pieza indispensable en una amplia variedad de industrias, cada una con necesidades y requisitos diferentes. Una de las decisiones clave al seleccionar una planta eléctrica es el tipo de combustible que utilizará para operar. Los dos combustibles más comunes son el diésel y el gas natural, y aunque ambos tienen como objetivo la generación de energía continua o de respaldo, presentan diferencias significativas que pueden influir en la elección de uno u otro. A continuación, exploraremos algunas de estas diferencias.
Suministro de Combustible:
Una de las diferencias más notables entre las plantas eléctricas a diésel y a gas natural es el suministro de combustible. Los generadores a diésel requieren tanques de almacenamiento de combustible, lo que puede complicar la operación durante largos períodos de tiempo. A pesar de que estos tanques pueden adaptarse en términos de capacidad, el diésel es una fuente finita de combustible.
Por esta razón, las plantas eléctricas alimentadas por diésel suelen utilizarse como respaldo de emergencia o en lugares donde el acceso para la recarga constante es sencillo.
En contraste, una planta eléctrica de gas puede ser alimentada mediante un flujo constante de combustible proveniente de un ducto o toma de gas, lo que reduce considerablemente el tamaño del equipo, ya que no requiere un tanque de almacenamiento. Esto permite que la planta eléctrica a gas funcione de manera continua durante más tiempo y con menos riesgo de detenerse debido a la falta de combustible. Sin embargo, la instalación de un generador a gas puede ser más complicada, ya que requiere adaptaciones específicas, como tomas y tuberías especializadas. Por esta razón, la elección de una planta eléctrica a gas suele considerarse desde las etapas iniciales de una obra civil.
Mantenimiento y Reparación de Plantas Eléctricas:
El mantenimiento y la reparación son elementos fundamentales a considerar al adquirir una planta eléctrica y también influyen en la elección del tipo de combustible. Las plantas eléctricas a gas suelen ser mucho más limpias que las que funcionan con diésel, ya que son menos propensas a derrames o fugas de fluidos. Por lo tanto, los intervalos de mantenimiento suelen ser más largos para las plantas de gas. Sin embargo, las piezas de repuesto y componentes de los generadores eléctricos a gas suelen ser más delicados y costosos en comparación con los generadores a diésel.
Impacto Ambiental de las Plantas Eléctricas:
Ambos combustibles, diésel y gas natural, generan menos contaminantes en comparación con otros combustibles fósiles, pero el gas natural tiene mejores estadísticas en términos de impacto ambiental. Además, las plantas eléctricas de gas pueden funcionar con variantes ecológicas, que tienen propiedades menos densas y costos reducidos en términos de emisiones contaminantes.
Las plantas eléctricas a diésel y a gas natural tienen ventajas y desventajas distintas que deben considerarse al seleccionar la opción adecuada. La elección dependerá en última instancia de tus necesidades específicas y requerimientos. Si tienes dudas o deseas obtener más información sobre las diferencias entre estos dos tipos de plantas eléctricas, no dudes en contactarnos. Estamos dispuestos a ayudarte a tomar la decisión correcta para tu aplicación.