
Intercambiador de calor tipo placas tubulares fijas
Este tipo de intercambiador se caracteriza por tener dos placas tubulares fijas en los extremos del haz tubular.
Ventajas:
Construcción económica y un mínimo de juntas encamisadas, reduciendo con esto las posibilidades de fuga.
Desventajas: la carcasa y el exterior de los tubos del haz, no pueden ser limpiados por medios mecánicos, ni ser inspeccionados físicamente.
Problemas estructurales originados por la expansión diferencial entre la carcasa y el haz tubular para gradientes de temperatura considerables.
Intercambiador de calor de tubos en “U”
En este caso, existe una sola placa tubular que aloja a todos los tubos, teniendo éstos últimos configuración en U, por donde retorna el fluido al cabezal de distribución.
Ventajas:
Se pueden manejar fluidos de alta presión y temperatura lado tubos, y absorbe libremente las expansiones térmicas y su coste es bajo.
Desventajas:
dificultad para limpiar mecánicamente el interior de los tubos y limitación en el número de pasos (lado tubos).

Intercambiadores de calor de cabezal flotante
Estos intercambiadores son una mezcla de los dos anteriores. Aunque sus tubos no tienen configuración en U, se dispone de un cabezal flotante donde retorna el fluido al cabezal de distribución.
Ventajas:
esta configuración presenta amplias facilidades de inspección, mantenimiento y reparación. Elimina problemas de expansión diferencial por efectos térmicos entre tubos y carcasa mediante el libre desplazamiento del cabezal flotante.
Desventajas:
Mayor coste de fabricación que en los casos anteriores y un número considerable de juntas encamisadas que lo hacen poco recomendable para el manejo de fluidos tóxicos o peligrosos.