Los motores eléctricos a prueba de explosión son necesarios en áreas en donde los gases inflamables y/o vapores están presentes en forma continua. Así como, de manera intermitente o periódicamente en cantidades que pueden producir explosiones, debido a escapes o procesos de reparación. Son útiles para su aplicación en ventiladores, extractores, cintas transportadoras, agitadores, molinos, grúas, entre otros.
La aplicación de los motores a prueba de explosión está principalmente en los lugares en donde se efectúa algún procesamiento que contiene gasolina, petróleo, nafta, amoníaco, acetona, alcohol, metano industrial, entre otros. Los locales específicos en los que tienen presencia es tos materiales inflamables son la zona I, grupo AII y grupo BII.
Estos equipos son aplicados en industrias, así como en instalaciones subterráneas, pero también en las áreas de superficie que pertenecen a minas donde es posible la presencia de gas o polvo combustible.
Los motores eléctricos monofásicos más utilizados, son los de eficiencia IE 2. Poseen grado de protección IP 55, de 1 hp – 10 hp y bobinado auxiliar de arranque. Motor de espira en cortocircuito.
Por su parte, los motores trifásicos de 0.5 hp – 40 hp. Con potencias desde 0.25 kW. Permite montajes de IMB3 – B5 – B35 – B14 – B34. Son de eficiencias IE2 de alta eficiencia, IE3 premium y IE4 super premium.
Cumplen con los requisitos esenciales de seguridad contra el riesgo de explosión. De acuerdo a las disposiciones técnicas y legislativas, el tipo de motor eléctrico a prueba de explosión debe elegirse según el tipo de sistema, en la clasificación del peligro, con un nivel de protección muy alto o alto y una temperatura máxima de la superficie hasta 150 C°.
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