Una bomba de cavidad progresiva es un equipo rotativo de desplazamiento positivo que se compone de manera general por un rotor metálico, un estator generalmente de elastómero, un sistema de motor y un sistema de acoples flexibles. Su uso más común es en los pozos petroleros, donde extrae los hidrocarburos con facilidad, ya que está diseñada para mover materiales viscosos y líquidos, pero también se puede encontrar en la industria alimenticia y de otros tipos.

Uso de bombas de cavidad progresiva en la industria alimenticia
El transporte de los alimentos durante su producción depende de muchos factores, dos de los más importantes es la naturaleza del producto y los procesos involucrados durante la producción. Este punto de vista es muy simplificado, pero permite distinguir dos tipos de producción: la que requiere ser transportada mediante cintas o bandas mecánicas y las que se transportan a través de tuberías. Las industrias que producen alimentos viscosos o semilíquidos, como las mermeladas, y en la industria refresquera, son necesarias las bombas de cavidad progresiva para transportar la producción durante la fase de procesamiento y envasado, aunque las bombas no sólo sirven para bombear productos líquidos, como generalmente se piensa.
Con los equipos adecuados en cada industria, también se pueden bombear productos semisólidos o con otras consistencias, incluidos los polvos, pastas y combinaciones de líquidos con sólidos. De esta manera se evita la contaminación de los productos durante su procesamiento, la conservación de la temperatura y la consistencia del producto, al no exponerse a factores ambientales ni correr el riesgo de mezclarse con otros elementos.

Aunque se debe elegir el tipo de bomba adecuada, que esté diseñada para los alimentos, puesto que existe el riesgo de que el producto resulte dañado. Por ejemplo, la viscosidad de los diferentes fluidos puede verse afectada al pasar por la bomba incorrecta, lo que puede dar lugar a producir salsa muy líquida o agitación no deseada de los productos lácteos, o para aquellos productos que contienen sólidos, como son los cocteles de frutas; la elección de la bomba incorrecta puede dañar fácilmente el producto sólido, disminuir su calidad o, en el peor de los casos, cambiar el aspecto del producto.
Para elegir la bomba adecuada se deben tener en cuenta las propiedades físicas y el comportamiento de cada producto alimenticio. En la mayoría de los casos esto ya está documentado, pero de ser necesario deben realizar una evaluación de cada producto que utilizan en su proceso de producción. Lo que se puede hacer con mediciones simples in situ, o en algunos casos con un análisis de laboratorio.
Las variables que se deben tener en cuenta son las variaciones en las propiedades físicas que sufre el producto por cambios en la temperatura, la viscosidad en una medida de la resistencia al flujo y la información sobre el tamaño de las partículas, ya sean especies, frutas en trozos o enteras, trozos de carne, etc También es importante conocer su composición química, ya que los productos muy ácidos pueden requerir que las tuberías y las bombas de cavidad progresiva utilicen materiales más resistentes para evitar la corrosión.
Una vez tomados en cuenta todos estos factores se debe buscar una bomba de cavidad progresiva que este diseñada para transportar el producto de forma adecuada, también deberá cumplir con los requisitos básicos para la manipulación de alimentos, como toda la maquinaria usada en estas industrias. En la actualidad existen muchos tipos de bombas que cumplen con los requerimientos sanitarios y pueden adaptarse a las necesidades de los productos que van a transportarse en las industrias alimenticias y de bebidas.
Cabe recalcar que a veces se suelen llamar por bombas de tornillo, aunque técnicamente son dos tipos de bombas con tecnología diferente aun cuando muchas aplicaciones coinciden.
El uso de las bombas de cavidad progresiva en la producción de masa, los rellenos frutales, para el envasado y producción de purés de frutas y mermeladas, en alimentos para bebés, en las pastas y salsa de tomate, para la crema, el queso, los aliños, la mayonesa, las emulsiones de carne, entre otros, gracias a su diseño de la bomba que permite bombear materiales que van desde los líquidos, hasta los muy viscoso o semisólidos.
Otra de las ventajas de las bombas de cavidad progresiva es que poseen pocas partes móviles, por lo que no alteran los productos que hemos mencionado, ni física, ni químicamente. De igual manera, esto hace que su mantenimiento sea relativamente fácil y en caso de que alguna de sus piezas llegue al fin de su vida útil o presente una falla pueda ser remplazada sin dificultad alguna.

Básicamente se compone de un cabezal de accionamiento y una bomba que se conforma por un rotor de acero en forma helicoidal de paso simple y sección circular. El rotor gira dentro de un estator de elastómero vulcanizado. Sus piezas o forma pueden variar, dependiendo de las características de los productos que van a desplazarse.